miércoles, 16 de enero de 2013

Pena de muerte

Comienzo la entrada con una escena de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo. 
"Muchos vivos merecerían la muerte, y algunos que mueren merecen la vida. ¿Podrías dársela tú, Frodo? No seas ligero a la hora de adjudicar muerte o juicio, ni los sabios pueden discernir esos extremos". 

Con esta escena de una de mis películas favoritas me gustaría reflexionar sobre un tema muy importante como es la pena de muerte. 

Tal como dice Gandalf, no se puede adjudicar vida o muerte tan rápidamente. A título personal, y siento ser tan bestia, me parece patética la gente que es capaz de decir "pues yo a éste, por lo que ha hecho lo mataba" con ejemplos tan claros como el de José Bretón. Es cierto, y no le excuso de ninguna de las maneras, cuando digo que ese hombre merece lo peor que le pueda pasar en su vida por la tremenda brutalidad que ha hecho con sus hijos, pero no se puede decir que merece la muerte. Nadie en el mundo tiene potestad para decidir si una persona debe o no morir. Según estudios realizados, en estados de Estados Unidos dónde está permitida la pena de muerte, de cada 10 personas que se ejecutan 2 son inocentes. Es una proporción de un 20%, pero que no sea el familiar nuestro quien es condenado a muerte siendo inocente. ¡No se puede atribuir vida o muerte a nadie! Aunque se mate al hombre del ejemplo, José Bretón, no van a volver a la vida ninguno de sus hijos, y esa es la realidad. ¿Realmente quieres que sufra? Haz que se pudra en la cárcel con un sistema penal que realmente cumpla al 100% las condenas que impone y que se puedan poner cadenas perpetuas, pero de ninguna manera matar a un asesino, psicópata o cualquier tipo de asesino en serie, va a devolver la vida de quien ha matado aquella persona. Habrá que hacer que esa persona sufra en la cárcel, lo pase mal y ya es suficiente el mero hecho de estar en la cárcel, encerrado de por vida (y ojalá sea así), sin ver más allá que unas vallas y unos muros de hormigón que te privan de la libertad que todo el mundo ansiamos. 

Quiero llamar a las conciencias de las personas para que reflexionen sobre ese tema, no se puede juzgar de vida o muerte tan rápido a una persona. Recuerda que todo puede ser un error, que una persona yendo marcha atrás en un coche puede atropellar a un niño y matarle y ha sido un accidente, y sin embargo le será impuesta la pena de muerte, pero esa muerte, además de ser injusta por ser un accidente, no hará que ese niño reviva, no paliará el dolor de los padres, estremecidos hasta puntos que son imposibles de imaginar para las personas que no lo hemos pasado, por la pérdida de un hijo. 

Me gustaría reflexionar sobre todo lo dicho, pensemos dos veces antes de decir que nadie merece vivir o morir. Simplemente, pensadlo por segunda vez antes de decir unas palabras tan duras y tan grandes, y a las que no les damos toda la importancia que merecen. 

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