lunes, 26 de noviembre de 2012

Pasión de madrugada

Me desperté sobre las tantas de la madrugada, sudando entre las revueltas sábanas de mi cama. Había sido una noche bastante rara, pero no lo demasiado para mi agitada e inquieta mente.

Labios, ojos oscuros, pelo moreno, sonrisas, caricias, roces, respiraciones entrecortadas, bonitas palabras, movimientos, sentimientos, pensamientos y dos cuerpos fundiéndose en uno. La misma pulsación, acelerada, liberando calor e impregnando el colchón de sudores. Rodando hacia un lado, hacia el otro, cambios de posiciones, frases entre gemidos de gozo y de placer, de amor y de dolor.

Clímax, éxtasis imposible de describir. El amor consumado, hecho acción, de disfrute inconfesable, pero para nada vergonzoso...

Decidí pensar, mientras la ceniza de mi cigarro yacía sobre el cenicero, y la colilla moría lentamente, que hay veces que la realidad supera a los más grandes sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario