martes, 11 de diciembre de 2012

Buongiorno principessa


- (Guido) buongiorno principessa! stanotte ti ho sognata tutta la notte, eravamo al cinema e avevi quel maglione rosa che mi piace tanto! non penso che a te principessa, penso sempre a te e ora…

- (Bambino) MAMMA!! vedessi! il babbo mi porta in carriola ma non sa guidare, da morir dal ridere!!! siamo in testa quanti punti abbiamo oggi, babbo?

- (Guido) figliolo, corri ci sono quelli cattivi cattivi!

- (Bambino) dove?

- (Guido) di qua, di qua vieni! vieni Josuè!

Con esta escena de una de mis películas favoritas destaco la importancia de tener en cuenta a la otra persona por muy lejos que esté. No tratamos solamente de estar a su lado, sino de hacer feliz a aquella persona que tanto nos importa. Cada vez que leo en alguna acera de Valencia esas tres palabras recuerdo la escena de la película y me salta algo en el estómago cuando pienso en todo lo que es capaz de hacer aquel padre por su hijo, por su mujer y por todo el mundo que le está rodeando en el campo de concentración. Aconsejo y aconsejaré siempre esta película y os animo, queridos lectores, a que reflexionéis cuando la veáis. Os hará comprender la importancia de la familia, de hacer el bien por los demás por muy mal que luego lo pases tú mismo, y, sobre todo, fue la película que me hizo entender que el único objetivo que tenía que proponerme en la vida y alcanzarlo era ser buena persona. Espero que seáis capaces de llegar también a vuestra propia conclusión. 

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